miércoles, 17 de agosto de 2011

Todo empieza antes de que te des cuenta.

Antes de que quieras darte cuenta. Probablemente ese haya sido mi problema, que no me he querido dar cuenta de que en cada momento que he hablado contigo, cada momento que he pasado a tu lado, en cada uno de los muchos momentos que mi mirada te ha buscado...no me he querido dar cuenta de que cada vez me voy enganchando más, y que no es de ahora...que ya hace un tiempo. Porque levantarte un día entre semana, llegar al instituto como un día normal y verte, verte de lejos, simplemente eso. Ya era suficiente para que no pudiera parar de pensar en ti toda la mañana. Porque sí, soy una cobarde. Lo admito. Nunca he tenido el valor suficiente de admitir que quiero pasar momentos a tu lado que nunca he pasado. ¿Que he llorado? Si, he llorado por ti. Es uno de los motivos por los que más de una vez me han dicho que me olvide de ti, pero he llegado al punto en el que me he dado cuenta de que paso un día sin verte y siento que me falta algo. Sí, ese algo eres tú.
Que antes de que te besara por primera vez te dije que tenia miedo de enamorarme, sin darme cuenta que entonces ya sentía algo por ti. Y entonces llega el día, 14 de mayo, nos decidimos, bueno...tú te decidiste. Estaba lloviendo, me acuerdo como si fuera ayer. Apoyada sobre ti, hablando, mirándote a los ojos. Te lanzaste, y no sabes como te agradezco que lo hicieras. Con tus manos en los bolsillos de mis vaquero; que me acuerdo hasta de que ropa llevabas puesta.
Despues de ese día, ha habido muchísimos más, y no me arrepiento de ninguno.
Quien me iba a decir a mi que iba a escribir esto algún día, y quien me dice que ahora podrías estar leyéndolo.

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